La gente que trabaja para las compañías tecnológicas de Silicon Valley tiene beneficios ridículamente lindos: el principal son las cafeterías gourmet. Google, Apple, Facebook y muchas empresas más tienen comedores en los que los compañeros de trabajo comparten sus desayunos o almuerzos. Por supuesto esto les cuesta dinero a las compañías, por lo que puede parecer que tener una cafetería en la oficina es un lujo que solo puede darse un gigante tecnológico lleno de dinero. Sin embargo, nuevos estudios sugieren que las compañías tecnológicas quizás han descubierto algo importante: un trabajo reciente de la Universidad de Cornell concluye que hacer que sus empleados coman juntos puede ser increíblemente valioso al ayudarlos a tener un mejor desempeño como equipo.

Por motivos obvios, toda compañía quiere que su personal sea un equipo fuerte. Ese es el objetivo de las torpes actividades grupales que soportan los empleados como las fiestas de oficinas, las salidas conjuntas y los cursos de relacionamiento. Esas actividades no son parte natural del día de trabajo y es un esfuerzo participar en ellas (y para gran parte de de los empleados pueden parecer una pérdida de tiempo). Partiendo de esta premisa, Kevin Kniffin, profesor adjunto de Ciencias de la Conducta Aplicadas de la Universidad de Cornell, se puso a investigar si algunas actividades que la gente hace todos los días -como por ejemplo, comer- podían usarse para mejorar el desempeño en equipo.

«Muchas compañías tienen una intuición respecto de los beneficios positivos de comer en el lugar de trabajo», dice. «Estamos tratando de cuantificar esos beneficios intangibles.»

Para explorar esta pregunta, Kniffin y su equipo estudiaron un lugar de trabajo en el que la gente come junta diariamente: centrales de bomberos. Durante 15 meses encuestaron a bomberos en una ciudad grande de Estados Unidos y estudiaron su cultura de comidas.

Los investigadores primero hicieron entrevistas en 13 centrales de bomberos, luego pidieron a 244 agentes que respondieran preguntas sobre los hábitos de comida en los cuarteles, así como acerca del desempeño como equipo de su brigada. También preguntaron a los agentes acerca de otros factores potencialmente influyentes, como el tamaño de la central y cuántas llamadas recibe.

Cuando los investigadores analizaron las respuestas de los bomberos concluyeron que los grupos que comen juntos más a menudo tienden a tener mejor desempeño conjunto. Kniffin señala que su estudio sólo muestra una correlación, aunque los investigadores tuvieron en cuenta otras variables.

«Sus resultados fueron llamativos», dice Seth Kaplan, profesor adjunto de Psicología Organizacional de la Universidad George Mason, que no participó del estudio. «Pero aún no se puede decir que comer juntos lleva a mejor desempeño de los equipos.»

Si futuros estudios muestran que el efecto es real, los investigadores también tendrán que descubrir el mecanismo detrás de ello. El estudio de Kniffin no analizó este punto, pero tiene algunas ideas acerca de por qué comer juntos puede beneficiar el trabajo en equipo. «Comer juntos es más íntimo que trabajar en equipo en un documento de Google o en una hoja de cálculo de Excel», explicó. «Esa intimidad puede trasladarse a otras actividades, en este caso, el trabajo. Presumiblemente de ello derivan vínculos positivos.»

Kniffin también reconoce que una central de bomberos es muy diferente de la oficina típica, y no está claro aún que sus resultados puedan replicarse en un lugar de trabajo en el que la gente hoy está sentada frente a computadoras en vez de combatiendo incendios.

Pero cree que el efecto podría extenderse a otros ámbitos laborales. «Estas conclusiones de investigación decididamente ameritan poner mayor atención a las posibles influencias positivas de comer juntos en cualquier lugar de trabajo», dice. Kaplan cree que es posible que los beneficios de compartir un almuerzo podrían ser aún mayores en el lugar de trabajo promedio que en una central de bomberos.

«Los bomberos se entrenan juntos todo el tiempo y probablemente eso ya les da confianza», dice. «Quizá se puede mover la aguja más en compañías y con equipos en los que no hay tanto entrenamiento en común.» Esto no significa que las compañías deban terminar por completo con las fiestas de oficina y las salidas conjuntas, pero las cafeterías pueden ofrecer una ventaja respecto de otras actividades para promover el trabajo en equipo.

Tanto Kniffin como Kaplan señalan que estas otras actividades tienden a ser artificiales y forzadas, mientras que el almuerzo es parte del día de todo el mundo. «Lo que se encuentra en los estudios es que cuando se pide a los empleados que hagan más trabajo -como ir a una fiesta de la oficina- la gente reacciona negativamente», dice Kaplan. «Es importante crear oportunidades que encajen en la rutina diaria».

Si bien las cafeterías de Google y Apple pueden parecer un lujo para otras compañías, también pueden ser vistas como una manera práctica y fácil de conseguir que la gente trabaje como equipo. ¿Y quién sabe? Quizás es parte del motivo por el que esas empresas tienen tanto éxito.

 

Fuente: Lanacion.com

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