El concepto de Salud Organizacional resume las diferentes estrategias y estructuras que una empresa puede adoptar para su correcta gestión y funcionamiento. En esta nota un análisis sobre su alcance para incorporarlo al trabajo de las áreas de RRHH.

La salud organizacional de una empresa determina la manera en cómo se desenvuelve la organización en todas las áreas que incluye: es decir, la interacción de las partes que la componen -área de recursos humanos, su administración su eficiencia, etc– de forma que la compañía sea capaz de afrontar los cambios con éxito y obtener resultados superiores. La salud organizacional -al igual que la salud física o mental- es un indicador del estado de la empresa, la cuál se haya influida por factores de carácter diverso y cambiante como el clima y la cultura laboral, la motivación o la satisfacción de la plantilla de empleados.

Tanto el clima como la cultura organizacional de cada empresa depende en especial medida de la interrelación existente entre el personal y la empresa. Esto es, su estructura, sus altos mandos y los principios que rigen el trabajo en esta, por lo que para que la salud sea excelente el clima laboral debe estar orientado a la satisfacción de los trabajadores y a desarrollar de esta manera todo su potencial, favoreciendo el engagement y la satisfacción de los trabajadores. El interés por la mejora y el control de la Salud Organizacional es el responsable de que proliferen los estudios que han suscitado el interés tanto de los investigadores como de los profesionales.

En una interesante conferencia del APA denominada «Work and Well-Being: An Agenda for the 1990s» realizada en colaboración con el National Institute of Occupational Safety and Health (NIOSH), dónde psicólogos y sus colegas de otras profesiones claves intentaron hacer del mundo un lugar mejor donde trabajar (Spielberg, 1992), se hablo de que el término Salud Organizacional hace referencia a características intrínsecamente humanas como la homeostasis, tendencia hacia el envejecimiento, autodirección, adaptación, o la tensión que es necesario guiar y optimizar. Autores como Fordyce y Weil (1971) plantean que el ser humano saludable es independiente, afirmativo, optimista, responsable, nada fácil de sorprender, sensible y con capacidad para adaptarse a los cambios, por lo que apunta a que es importante que una empresa sana, por tanto con una Salud Organizacional óptima, debería presentar similares rasgos.

Para seguir reflexionando sobre le tema les dejamos un libro de recomendaciòn titulado «Más allá del desempeño» de los autores Scott Keller y Colin Price

Fuente: http://blogderecursoshumanos.es/

Facebooktwitterlinkedinmail