La gestión de la cadena de valor es considerada la tendencia más relevante para los próximos años de acuerdo a la Encuesta de Sostenibilidad en América Latina de Deloitte (2016).

Cada vez más organizaciones entienden que  los mayores riesgos para el negocio y la reputación de una corporación están en todo lo que alimenta a esa operación: es decir,  su cadena de valor. Es por esto que un 72% de las compañías encuestadas desarrolla iniciativas concretas o lo tiene en la agenda.  Aunque la principal razón para hacerlo es la necesidad de construir relaciones de largo plazo, en segundo y tercer lugar se mencionan  los riesgos legales, operacionales y de reputación, que conllevan el no tratar estos aspectos.

“La responsabilidad extendida sobre la cadena de valor presenta un verdadero desafío para las empresas, pero también un espacio de oportunidad competitiva que posicionará en el mediano plazo a aquellas compañías que asuman un rol protagónico en la gestión sustentable de su negocio”, defina Fernando Passareli, Coordinador del programa VALOR, el primer Programa de Responsabilidad Social Empresaria para la cadena de valor de grandes empresas de Argentina.

Compartimos algunos pasos fundamentales a la hora de comenzar a trabajar la sostenibilidad en la cadena de valor:

  • Mapear

Aunque suene elemental, pocas organizaciones cuentan con un mapa extensivo y comprensivo de su cadena de valor, que les permita identificar y medir los impactos económicos, sociales y ambientales, y los riesgos que estos traen.

De la misma manera, conocer a los actores de este mapa abre el juego a las oportunidades. “La identificación de oportunidades muchas veces proviene del intercambio con proveedores o distribuidores comprometidos con el negocio como espacio generador de innovaciones”, agrega Passarelli.

  •  Contar con una estrategia compartida

El 37% de los responsables de operaciones dice que la falta de una estrategia coherente es la principal barrera para la gestión sustentable de la cadena de valor, de acuerdo a una encuesta realizada por PWC y APICS.

Un plan coherente y bien comunicado puede ayudar a establecer la dirección de los proyectos que no tienen un retorno inmediato o cuantificable, pero son importantes a nivel estratégico.Muchas veces, el mensaje del top management hacia afuera es de sustentabilidad pero los objetivos de las áreas de compras están atados a reducción de costos. Entonces hace falta establecer y comunicar una estrategia que pueda ser compartida por todos los que integran la organización.

  • Establecer objetivos y medir resultados

Otra de las barreras más comunes a la gestión sostenible de la cadena de valor es la falta de metas y de herramientas para medir y monitorear los resultados.

Los grupos de interés que valoran un enfoque basado en datos, particularmente inversores y consumidores, esperan resultados. El compromiso con objetivos de manera pública es la norma entre las compañías líderes en sustentabilidad.

Hacia el interior de la organización, la consecución y monitoreo de estos objetivos públicos puede ser reforzada mediante la relación con los objetivos de performance e incentivos del personal. De esta manera, cada empleado tendrá una visión clara acerca de cómo las metas de sustentabilidad se relacionan con su tarea diaria.

  • Capacitar, capacitar, capacitar

Una herramienta clave para catalizar la sustentabilidad y lograr los cambios de hábitos necesarios en la cadena de valor es la capacitación y el desarrollo de habilidades. Para ello, se puede acudir a recursos externos y trabajarlos en articulación con los eslabones de la cadena.
Las tendencias y los estándares internacionales ya identificaron a la cadena de valor como un espacio estratégico para trabajar la sostenibilidad. Cuando los riesgos y oportunidades que conlleva son debidamente identificados y gestionados por las empresas, pueden convertirse en verdaderas ventajas competitivas.

 

Fuente: www.apertura.com

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